Hasta hace unas décadas sólo se hablaba de tres tipos de piel, pero los avances en Dermatología y Cosmetología han permitido ampliar el espectro, siendo los siguientes los que mejor los engloban:
Normal
Generalmente posee apariencia tersa y textura muy suave, gracias a la ligera capa de grasa en la superficie que no llega a darle brillo aceitoso. Esta bien hidratada y se caracteriza por tener los poros diminutos y cerrados, lo que impide la formación de espinillas e impurezas; tampoco presenta descamación ni la consecuente sensación de tirantez. Se trata del cutis menos frecuente en adultos, ya que el organismo cambia permanentemente.
Generalmente posee apariencia tersa y textura muy suave, gracias a la ligera capa de grasa en la superficie que no llega a darle brillo aceitoso. Esta bien hidratada y se caracteriza por tener los poros diminutos y cerrados, lo que impide la formación de espinillas e impurezas; tampoco presenta descamación ni la consecuente sensación de tirantez. Se trata del cutis menos frecuente en adultos, ya que el organismo cambia permanentemente.
Seca
Este tipo de cutis no tiene humedad y generalmente sus poros son finos, lo que da apariencia opaca; es áspera al tacto, de fácil descamación e irritación, más propensa a agrietarse y envejecer con rapidez. Debe evitarse el uso de jabones y productos que incrementen la resequedad, en tanto que cremas y desmaquillantes deben ser hidratantes y nutritivos.
Este tipo de cutis no tiene humedad y generalmente sus poros son finos, lo que da apariencia opaca; es áspera al tacto, de fácil descamación e irritación, más propensa a agrietarse y envejecer con rapidez. Debe evitarse el uso de jabones y productos que incrementen la resequedad, en tanto que cremas y desmaquillantes deben ser hidratantes y nutritivos.
Grasa
Se caracteriza por tono rojizo en ciertas zonas y/o pálido y amarillento en otras; su apariencia es gruesa, hay brillo excesivo, así como barros y espinillas (igualmente en espalda, pecho y brazos), puesto que las glándulas sebáceas producen grasa en exceso, lo que ocasiona la obstrucción de los poros —por lo regular abiertos— y que el maquillaje se escurra. Si no se cuida bien, se pueden apreciar bultos de grasa y puntos negros, que consisten en la propia secreción de la grasa que se ha oxidado por el contacto con el exterior.
Este tipo de cutis envejece con mayor lentitud, debido a que es más resistente a los agentes externos gracias a la capa de grasa generada. Es indispensable cuidadosa higiene, además de tratamiento de hidratación permanente.
Se caracteriza por tono rojizo en ciertas zonas y/o pálido y amarillento en otras; su apariencia es gruesa, hay brillo excesivo, así como barros y espinillas (igualmente en espalda, pecho y brazos), puesto que las glándulas sebáceas producen grasa en exceso, lo que ocasiona la obstrucción de los poros —por lo regular abiertos— y que el maquillaje se escurra. Si no se cuida bien, se pueden apreciar bultos de grasa y puntos negros, que consisten en la propia secreción de la grasa que se ha oxidado por el contacto con el exterior.
Este tipo de cutis envejece con mayor lentitud, debido a que es más resistente a los agentes externos gracias a la capa de grasa generada. Es indispensable cuidadosa higiene, además de tratamiento de hidratación permanente.
Mixta
La apariencia es brillante o grasa en algunas regiones, por ejemplo, la llamada zona “T” (frente, nariz y mentón), mientras que mejillas y contorno de los ojos tienen un poco de resequedad; en este tipo de cutis los poros llegan a estar dilatados y hay cierta tendencia a los puntos negros. Cabe destacar que en el resto del cuerpo la piel generalmente es normal.
La apariencia es brillante o grasa en algunas regiones, por ejemplo, la llamada zona “T” (frente, nariz y mentón), mientras que mejillas y contorno de los ojos tienen un poco de resequedad; en este tipo de cutis los poros llegan a estar dilatados y hay cierta tendencia a los puntos negros. Cabe destacar que en el resto del cuerpo la piel generalmente es normal.
Sensible
En su superficie hay finísimas fibras nerviosas que inmediatamente se mueven ante el más mínimo estímulo (Sol, contaminación y/o cosméticos), señal que después de ser percibida por el cerebro se manifiesta como irritación, comezón y erupción. Tiende a resecarse e, incluso, a generar alergias, por lo cual requiere productos especiales llamados hipoalergénicos; no es extraño encontrar personas con este problema que, además, tienen el cutis graso o seco
En su superficie hay finísimas fibras nerviosas que inmediatamente se mueven ante el más mínimo estímulo (Sol, contaminación y/o cosméticos), señal que después de ser percibida por el cerebro se manifiesta como irritación, comezón y erupción. Tiende a resecarse e, incluso, a generar alergias, por lo cual requiere productos especiales llamados hipoalergénicos; no es extraño encontrar personas con este problema que, además, tienen el cutis graso o seco
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