Ante todo debemos tener claro que cambiar el tabaco por cuatro o cinco kilos más (en muchos casos es momentáneamente) vale la pena ya que todo nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Los beneficios de una vida libre de humos, nicotina y otros elementos que nos aporta el tabaco son indiscutibles y realmente eliminar el tabaco de nuestra vida es hacernos uno de los mejores regalos posibles.
- Empezar a practicar algún tipo de deporte (a menudo detrás del acto de fumar está la necesidad inconsciente de respirar más profundamente).
- Aumentar el consumo de frutas y verduras.
- Suprimir de nuestra dieta los fritos y las grasas.
- Evitar el consumo de alcohol.
- Beber mucha agua, si lo hacemos antes de comer tendremos una sensación de saciedad y comeremos menos.
- Reducir el consumo de sal pues esta ayuda a la retención de líquidos.
- Masticar despacio.
- Aumentar el consumo de vitaminas y minerales.
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